METAMORFOSIS

A veces es tal el esfuerzo que hacemos para renacer, que nos da miedo y todo se retrasa, hasta el punto de cansarnos de ese mismo miedo que alguna vez fue acogedor, hastiados de sus profundas secuelas que nos hacen perder nuestro propio sentido, decidimos ir detrás de una nueva vida mucho mejor.

Es por esto que un cambio es un nuevo estado, una nueva oportunidad que nos da la vida generosamente, sea para vivir o para morir, pero en definitiva, siempre tratamos de seguir adelante dejando los miedos atrás, porque estos tienen que ver con el futuro, con lo que vendrá. Entonces es aquí donde nos preguntamos si decidimos vivir para lo que sentimos, pensamos y queremos, hasta renacer en nuestra propia metamorfosis.

Para Vittorio Guidano, la tendencia a mantener la coherencia sistémica será el mecanismo esencial que se encuentra a la base de los procesos autorregulatorios del sistema de conocimiento personal. Así como también en la noción de self como un proceso de mantención de la continuidad, que se encuentra en una permanente reestructuración de sí mismo.

Esta permanente reestructuración del sí mismo, se da como un proceso de modificación organizada, como una autopoiesis en donde pasamos de situaciones adversas, que genera en nosotros la capacidad para regenerar aquello que nos hizo daño y construir una nueva coherencia interna en donde nos podamos sentir nosotros mismo.

Pasamos por diversos ciclos en nuestras vida, cada uno de ellos, atravesados por múltiples experiencias únicas, en donde nos sentimos bloqueados, inseguros de sí mismos y de nuestras capacidades, muchas veces no le ponemos nombre propio a lo que sentimos, pero siempre estamos insatisfechos con nuestras vidas y lo que ocurre alrededor de ella, sin embargo, no hacemos nada para remediarlo, nos cuesta mucho salir de la “zona de confort”, aun sabiendo que ésta no es confortable. Nos resulta más cómodo echar la culpa al mundo de lo que nos pasa y que sean “los otros” los que hagan algo para que esta vida cambie de manera inmediata.

Realmente considero que nosotros somos responsables de lo que vivimos, sentimos y pensamos, es como una especie de autoengaño que nos infringimos generando un mecanismo de defensa psíquico, que regula la entrada de la experiencia inmediata, teniendo en cuenta que el exceso o la disminución pueden provocar en nosotros una patología. Desde aquí podemos decir que es preciso no quedarnos pensando en que nuestras vidas tiene que ser de la misma forma en la que decidimos vivirla, por el contrario tenemos que seguir avanzando en pro de generar, una buena salud mental siempre desde nuestras emociones y experiencias personales.

Esta historia se escribió como medio narrativo, centrada en prácticas lingüísticas basadas en el modo subjuntivo, que sirve para crear un mundo de significados. Este mundo de significados siempre tendrá una cuestión de experiencias que resignifiquen algo importante para el otro. Este pensamiento narrativo da mayor importancia a las particularidades desde la experiencia vivida, que es uno de los elementos vitales, siendo puntos de unión entre los universos, aspectos de la experiencia vivida, es decir, los generadores de significados.

En realidad el modo narrativo en esta historia, parte como base importante para decir que la metamorfosis será el último paso que tendrá que dar esta persona para volver a nacer, para volver a crear su propio mundo, un mundo que como la posracional nos dice, está lleno de significados y que mantiene una coherencia interna que nos funciona, para volver de modo moviola a aquellos acontecimiento que nos marcaron pero que de alguna u otra forma, nos ubican en una película llena de escenas y vivencias, en donde podemos construir en base a esto grandes proyectos en nuestras vidas.

La protagonista de esta historia decidió vivir de nuevo, vivir para luchar, vivir para crear, vivir para darle significado a todo lo que le rodea, vivir para ser una ganadora y vivir porque vivir es hermoso. Ella, solo quería narrar una historia que no tiene fin, es como la metamorfosis de una mariposa, pasa de un cambio, una transformación natural a algo supremamente especial y mágico, creo que el medio más eficaz, valedero y afortunado de una teoría como es la posracional, es precisamente la narrativa, que sitúa a la persona como protagonista o como participante en su propio mundo, mundo capaz de crear personajes, un mundo en donde puedes volver a contar una y otra vez la misma historia, porque volver a contar una historia, es contar una nueva.

Es hermoso decir que una misma historia, es contar una nueva, pero así como una hermosa y frágil mariposa hace su transformación metamórfica, ella también decidió ser una mariposa libre, frágil, mágica, y soñadora, es como cuando el viento corre por todo tu cuerpo y miras hacia el cielo, viendo miles y miles de mariposas volando hacia ese gran y hermoso cielo azul.

Aun no sabremos cómo terminará esta historia, pero algo es cierto, todo cambia y más cuando se trata de nuestras emociones, así como cuando una mariposa sale de su capullo, y se transforma en un ser especial y mágico, así también la transformación de esta protagonista será inevitable.

“Inevitable para seguir siendo un ángel, inevitable para no parar de soñar, inevitable para no para de sonreír, inevitable para no parar de dar amor, inevitable ser única, inevitable para ser como una mariposa que llena de esplendor y mágico color su gran y hermoso cielo azul”.

Ya era tiempo la oruga dejó de ser oruga

Y le crecieron alas y voló bajo un cielo

Que la esperaba resplandeciente

En su transformación en mariposa.

El dolor la hizo grande y más bella

Y con esa belleza

Elevó su vuelo.